12.7.08

Cuando la URSS dominaba Marte

Como continuación del impagable Duck and cover del otro día, ahí va ahora un filme soviético de los años 20 en el que se cuenta la historia de Kominternov, "el guerrero del ejército rojo que fue a Marte y venció a todos los capitalistas de aquel planeta". ¿Será por eso lo de 'planeta rojo'? De todos modos, Kominternov parece tener más agallas que Bert la tortuga, que al primer mono suicida que le aparece con un cartucho de dinamita se esconde y no da señales de vida. Entre eso y conquistar la cuarta roca no hay color...

11.7.08

El mundo no se acaba hasta octubre... por lo menos


Hay cierto glamour (en el sentido gramatical medieval, no en el actual) en su propio nombre, un aire de ciencia ficción, pero lo que se quiere poner en marcha con él parece precisamente eso, un relato al más puro estilo Asimov. El Gran Colisionador de Hadrones (LHC, son sus siglas en ingés), la gran esperanza de la ciencia para comprender de un vistazo el funcionamiento del universo -toma ya-, vuelve a retrasar su puesta en marcha. Detengan las fanfarrias: el mundo no se acabará al menos hasta octubre.

¿Otro día del juicio final? Eso creen Walter Wagner, un experto en seguridad radiactiva, y Luis Sancho, un escritor científico, que estos días andan seguramente más tranquilos pero aún tirándose de los pelos -o despidiéndose de sus familias- al ver que los abogados del gobierno federal de EE.UU. quieren rechazar el doomsday suit con el que los dos pretendían paralizar en los tribunales la puesta en marcha del LHC.

Su temor deriva de la posibilidad de que la recreación en el subsuelo de la frontera franco-suiza (donde se encuentra el LHC) de grandes energías pudiera hacer que alguno de los agujeros negros cuya creación está prevista creciera como para devorar al mundo. Esto no sería un apocalipsis nuclear: no quedaría una tierra yerma y radiactiva... ¡no quedaría nada! Con la colisión de protones al 99,99999% de la velocidad de la luz se espera hallar el bosón de Higgs, cuya existencia predice el modelo estándar y es necesaria para avanzar en la Gran Teoría Unificada. Todo esto suena divino, y de ese mismo modo se ha llamado al bosón de Higgs, la 'partícula divina', cuya observación serviría para comprender cómo ganan masa el resto de partículas.

Los científicos del CERN tuvieron que publicar hace unas semanas un documento sobre seguridad de tres folios que no tiene desperdicio, en el que niegan punto por punto la posibilidad de que una catástrofe ocurra y, aunque sin relación con esta nota, ha confirmado esta misma semana que no será hasta octubre cuando se dé su puesta en marcha definitiva. Habrá que esperar para el fin del mundo... un poco más.

6.7.08

Manual de instrucciones para un uso adecuado de este espacio

Ante los primeros síntomas, no lo dude: