11.7.08

El mundo no se acaba hasta octubre... por lo menos


Hay cierto glamour (en el sentido gramatical medieval, no en el actual) en su propio nombre, un aire de ciencia ficción, pero lo que se quiere poner en marcha con él parece precisamente eso, un relato al más puro estilo Asimov. El Gran Colisionador de Hadrones (LHC, son sus siglas en ingés), la gran esperanza de la ciencia para comprender de un vistazo el funcionamiento del universo -toma ya-, vuelve a retrasar su puesta en marcha. Detengan las fanfarrias: el mundo no se acabará al menos hasta octubre.

¿Otro día del juicio final? Eso creen Walter Wagner, un experto en seguridad radiactiva, y Luis Sancho, un escritor científico, que estos días andan seguramente más tranquilos pero aún tirándose de los pelos -o despidiéndose de sus familias- al ver que los abogados del gobierno federal de EE.UU. quieren rechazar el doomsday suit con el que los dos pretendían paralizar en los tribunales la puesta en marcha del LHC.

Su temor deriva de la posibilidad de que la recreación en el subsuelo de la frontera franco-suiza (donde se encuentra el LHC) de grandes energías pudiera hacer que alguno de los agujeros negros cuya creación está prevista creciera como para devorar al mundo. Esto no sería un apocalipsis nuclear: no quedaría una tierra yerma y radiactiva... ¡no quedaría nada! Con la colisión de protones al 99,99999% de la velocidad de la luz se espera hallar el bosón de Higgs, cuya existencia predice el modelo estándar y es necesaria para avanzar en la Gran Teoría Unificada. Todo esto suena divino, y de ese mismo modo se ha llamado al bosón de Higgs, la 'partícula divina', cuya observación serviría para comprender cómo ganan masa el resto de partículas.

Los científicos del CERN tuvieron que publicar hace unas semanas un documento sobre seguridad de tres folios que no tiene desperdicio, en el que niegan punto por punto la posibilidad de que una catástrofe ocurra y, aunque sin relación con esta nota, ha confirmado esta misma semana que no será hasta octubre cuando se dé su puesta en marcha definitiva. Habrá que esperar para el fin del mundo... un poco más.

6 comentarios:

jotapunto dijo...

¿Me estás diciendo que el cuatro de agosto podría ser La Última Bajada de La Rama de Agaete? Habrá que ir.

Anónimo dijo...

Mmmm... No estaría mal eso de ver la cara que se nos queda cuando la convulsión cósmica tenga lugar. Deberíamos empezar a ser más punkies. God save the Queen!

Ana Victoria dijo...

Bueno, pues nada, todo lo bueno se acaba. Prefiero morir así y no reconcomiéndome la conciencia porque he fumado y me he provocado cáncer. Así la culpa la tiene el cosmos, que sabe lo que se hace.

Anónimo dijo...

despues de la victoria de españa en la eurocopa el planeta puede autodestruirse tranquilamente, aunque tb estaria bien ganar el mundial.

Anónimo dijo...

lo malo es que después de esta primera entrada ya no tiene mucho sentido seguir publicando en este blog
eso sí, cuando llegue la hora mala, no nos pongamos nerviosos ni gritemos sálvese quien pueda: el destino colectivo pacifica los espíritus
(no faltará quien coja su coche e intente llegar a su casa en las montañas de Nebraska: lo bueno es que no les dará tiempo de hacer una película ni una segunda parte, ni un remake)

Anónimo dijo...

Jakon, esa historia parece un poco frikada. De todos modos, pienso como anavictoria, qué felicidad desentenderse de la responsabilidad de nuestros actos. Al menos, que el fin del mundo nos pille follando.